Hace una semana surgió un nuevo bulo sobre la Inquisición española: los inquisidores animaban a los cristianos viejos a denunciar a los falsos conversos si olían a aceite de oliva.
Este bulo ha surgido en un programa de radio grabado en Úbeda. Aquí el enlace:
En el vídeo, en el minuto 17:34, podemos escuchar a Nieves Concostrina afirmar que:
antes se detectaba a los judíos si consumía aceite de oliva porque los judíos no podían consumir grasa de cerdo… Nos ha leído unos textos maravillosos que decía… animando al cristiano a denunciar al que se hacía pasar por cristiano nuevo que se llamaba, porque dice si huele a aceite de oliva o si consume aceite de oliva eso significa que no es un cristiano viejo […] todas la religiones defienden que la otra es falsa y todas tienen razón […] No conocía yo el asunto este que era el judío el que consumía el aceite de oliva y ahora estamos aquí todos como locos, so judíos.
A su lado, Andrea Pezzini cuenta que les ha leído un texto donde se dice que el mismísimo Tomás de Torquemada no fue criado consumiendo aceite, no fue circuncidado... Desgraciadamente, este texto que cita no aparece en el vídeo, por lo que no sabemos qué palabras exactas pone en él.
He buceado en Internet, consultado libros sobre la Inquisición y sobre Torquemada en busca de ese texto. Nada.
Bueno, sí, he encontrado lo siguiente en una página Web:
Los frailes dominicos y
los franciscanos suben a los púlpitos para clamar contra los hijos de Abraham y
animarte a denunciar a tu vecino judío por cualquier nimiedad que te parezca
poco cristiana. Quien no fríe la carne con manteca de cerdo o mantequilla es
que aún practica en secreto su religión: la Ley mosaica especifica que no
cocinarás las crías en la leche de su madre Por tanto es vital saber si ese
cristiano nuevo utiliza el aceite de oliva en lugar de grasa animal Trata de
oler al vecino cuando pase a tu lado: la fetidez de las aceitunas lo
incriminará. Si eres inquisidor has de sentir la satisfacción de cumplir la
voluntad divina y proporcionar a los judíos una oportunidad de regresar a la
única religión verdadera. No existe mejor ejemplo que Tomás de Torquemada cuyos
familiares judíos no lo alimentaron con aceite de oliva ni lo circuncidaron
Observa lo alto que llegó dentro del Santo Tribunal y cómo contrarió aquel
viejo proverbio de perro no come perro. Si eres cristiano nuevo aprende de
su ejemplo y delata a quienes continúan empeñados en respetar los sábados.
Este párrafo pertenece a una novela histórica, La isla transparente, de Manuel Mora Morales, 2011.
Son muy pero que muy curiosas las coincidencias entre el texto y las palabras de los tertulianos.
La novela trata sobre Antonio José Ruiz de Padrón, el hombre que terminó con la Inquisición española. Ruiz de Padrón (franciscano, presbítero, diputado liberal en las Cortes de Cádiz y escritor) cargó contra la Inquisición y pidió su abolición en un discurso de 1813 como diputado por Canarias (Discurso pronunciado por el diputado de las Canarias). Cita a Torquemada, pero no hay nada sobre su circuncisión, dieta, aceites o sobre olisquear al prójimo.
Dicho esto, no he encontrado ningún documento inquisitorial, ni civil, en el que se jaleara a los cristianos viejos a olisquear a los conversos.
En cambió, sí he encontrado numerosísimos datos sobre el uso del aceite de oliva entre cristinos viejos y nuevos. Lo utilizarán para cocinar, para hacer jabones, cosmético, medicinas y para alumbrar. La única limitación sería el precio (en la Edad Media la producción de oliva sufrió un retroceso, pero será en la Edad Moderna cuando se incremente, incluso se llega a exportar a América).
Algunos ejemplos:
-Ordenanzas de Garci Sánchez de Alvarado (1435):
-Felipe IV:
Introduccion del nueuo arbitrio de azeyte de la ojuela o piñol, que su magestad del Rey nuestro señor ha mandado aplicar a su real patrimonio, y la forma, y instrucciones para su execucion
Sí que es cierto que en los procesos inquisitoriales (donde un notario recogía todas las denuncias personales, hasta las pruebas más banales) aparece el aceite, pero siempre relacionado con una forma de cocinar unos determinados alimentos que estaban relacionados con fiestas judías y SIEMPRE tenía que ir junto con otros indicios, es decir, tenía que ir acompañado con otras pruebas (rituales) como, por ejemplo, baños, oraciones, limpiar la casa los viernes (para no trabajar el sábado), etc.
No podemos omitir las terribles palabras del cronista Andrés Bernáldez contra los judíos y conversos en su obra Historia de los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel, finales del XV, donde sí hace referencia al olfato (fritangas):
…aquel tiempo los hereges y judíos malaventurados huian de la doctrina eclesiástica ansí huian délas costumbres de los christianos. […] Aveis de saber que las costunbres de la gente común de ellos antes de la Inquisición, ni más ni menos eran que de los proprios hediondos judíos; e esto causava la continua conversación que con ellos tenían. Así eran tragones e comilitones, que nunca dexaron el comer a costunbre judaica de manjarejos e olletas de adefinas e manjarejos de cebollas e ajos refritos con aceite, e la carne guisavan con aceite, e lo echavan en lugar de tocino e de grosura, por escusar el tocino; e el aceite con la carne e cosas que guisan hace muy mal oler el resuello, e así sus casas e puertas hedían muy mal a aquellos manjarejos; e ellos eso mismo tenían el olor de los judíos, por causa de los manjares e de no ser baptizados. E puesto caso que algunos fueran baptizados, mortificado el carácter del baptismo en ellos por la nulidad e por judaizar, hedían como judíos. No comían puerco sino en lugar forçoso; comían carne en las cuaresmas e vigilias e cuatro ténporas, en secreto; guardavan las pascuas e sábados como mejor podian; enbiavan aceite a las sinagogas para las lánparas; tenían judios que les predicasen en sus casas de secreto, especialmente a las mugeres. Tenían judíos rabíes que les degollavan las reses e aves para sus negocios; comían pan cenceño, al tienpo de los judios carnes tajeles, haciendo todas las ceremonias judaicas de secreto, en cuanto podían, así los honbres como las mugeres
Más bibliografía:
- María del Carmen Peiró: El comercio y los comerciantes en la Murcia de finales de la Edad Media a través de la documentación, 1999.
- Antoni Llibrer Escrig: El aceite en la baja Edad Media: su uso industrial la comarca del sur valenciano y el desarrollo de la pañería (segunda mitad del siglo XV).
- María Raquel Picornell Buendía: Historia del cultivo del olivo y el aceite; su expresión en la Biblia.
- Francisco José Mataix Francisco Barbancho: el aceite de oliva y la Alimentación Mediterránea.
- Gregorio Colás: Olivos y aceite en Aragón en la Edad Moderna.
- Los Paisajes del Olivar en Andalucía.
- Ana M. Gómez-Bravo: El judaísmo como enfermedad en el discurso médico y literario del siglo XV.
- Iván Vélez: Torquemada. El gran inquisidor. Una historia del santo oficio.
- Beatriz Leroy: La España de los Torquemada.
- Kamen, Henry: La Inquisición Española: una revisión histórica.
- Kamen, Henry: La Inquisición española: mito e historia.
- Kamen, Henry: Censura y libertad: El impacto de la Inquisición sobre la cultura.
- Lea, Henry Charles y Alcalá Galve, Ángel: Historia de la Inquisición española.
- María Josefa Martínez Calero: Fray Tomás de Torquemada y la Inquisición Española.
- Relación autógrafa sobre la recaudación de aceiteobtenida en Écija
- Helev.