El
otro día un tuitero utilizó un artículo del ABC, escrito en el 2018, como
fuente para acusar de ciertas atrocidades que había cometido la Inquisición española.
En el artículo se enumera unos supuestos aparatos de tortura que, por supuesto, jamás fueron usados por el Santo Oficio (la mayoría de ellos son invenciones decimonónicas).
-La cuna de
Judas.
-La sierra.
El autor del artículo
utiliza las siguientes fuentes:
1- «La inquisición, el lado oscuro de la iglesia», de Primitivo Martínez
Fernández, 2008.
Martínez escribe sobre varios aparatos de tortura, entre ellos la doncella
de hierro, sin que ponga una nota a pie de página.
De otras torturas,
sí da la cita, siendo el libro citado «La vida cotidiana en la España de la
Inquisición», de Fernando Díaz-Plaja (1996), quien fantasea sobre la institución y no nos cuenta de dónde ha obtenido la información.
2. “Misterios de la Inquisición y otras sociedades secretas de España”, de Irene de Suberwick, 1845. (El potro que describe es inventado)
La autora escribió una novela-ensayo anticlerical y negrolegendaria:
3. «Origen, Historia Criminal y Juicio de la Iglesia
Católica», de Luis Muñoz, 2013.
Otro libro sin notas a pie de página, donde, ¡bingo!, hay un listado sobre las torturas inquisitoriales, donde mete aparatos inventados en el siglo XIX, como el desgarrador de senos y el aplasta cabezas. (1)
No puedo pedir que borren ese artículo porque parece ser que es censura, y mientras tanto los ignorantes seguirán creyendo estas falsedades. Y no, no me vale que tal vez las investigaciones de las torturas inquisitoriales en el año 2018 estaban en pañales.
Pongo un enlace por si alguien quiere buscar información sobre la Inquisición española:
(1) Sobre la cuna de Judas, la sierra y el aplasta cabezas haré sus correspondientes entradas.