jueves, 2 de mayo de 2024

La «cuna de judas» o el tormento de la vigilia

 

Cuna de Judas

Entre los instrumentos de tortura que más entusiasma a la gente morbosa están los que se aplican en los genitales o en el ano. Ya he hablado de la pera vaginal y hoy toca la cuna de judas. 

El «tormentum vigiliae» consistía en sentar a la víctima completamente desnuda sobre la punta de una pirámide para que con su peso penetrara en el ano hasta desgarrarlo. He llegado a leer que se la arrojaba contra un saliente de hierro hasta desgarrarle el ano y el perineo. Ah, y que se le aplicaba a los sodomitas.

En los parque temáticos de la tortura hay artefactos como este. Artefactos que fueron construidos en el siglo XX.

El primero en describir este artilugio fue Ippolito Marsili (1451-1529), jurista boloñés que ejerció de juez en el valle de Lugano, en su obra «Practica criminalis» (publicada en 1538)Al reo se le sentaba en un banco de madera y era custodiado por guardianes que lo obligaban a permanecer despierto durante dos noches y un día. El jurista no inventó esta forma de tortura, él mismo cuenta que era una práctica local. En un principio le pareció un sistema ridículo, sin embargo cuando lo vio usar dijo que era un tormento feroz (ferox) pero que no dañaba el cuerpo. 

El siguiente dato que he encontrado nos lleva a 1590, un salto de sesenta años.

Flaminio Cartari (1531-1593), magistrado italiano, en su «Theoricae et praxis interrogandum reorum» tiene un apartado sobre el «tormento de la vigilia» y cita la obra de Marsili. Indica que el pueblo conocía este tormento con el nombre de «cabra» (capram), siendo un taburete de madera, y que fue usado con frecuencia hasta no hace mucho, incluso que todavía lo seguía utilizado «in statu ecclesiastico». Añade que el reo tenía que estar descalzo, con el trasero descubierto, con los pies levantados del suelo con grilletes, con las manos atadas a la espalda y que se le sujetaba por todos los lados para que no se callera.

Tranquillo Ambrosino, fiscal, en su «Processus Informativus» (1603) tiene un capítulo sobre el «tormentum vigilia». Cita a Marsili, por lo que suponemos que ha leído su obra. Sobre la estructura de madera tan solo dice que era de 'una braza, u ocho codos de circunferencia' («altum à terra per feptem, vel octo palmos in circa»). En cuanto al reo, este tenía que estar con el trasero descubierto y añade que la esquina (suponemos que del taburete), era de punta roma, y que las había visto algunas veces cortantes, por lo que podía perforar las partes internas (No sé si he traducido bien este párrafo: «Dixi angulum obtusum, quia si esset acutus, ut quandoque vidi, posset tortum ipsu fractis, & foratis fibi interioribus partibus interimere.»). 

En 1621, el médico Paolo Zacchia en su «Quaestiones Medico-Legales» relata que al reo se le desnudaba completamente, que se le afeitaba el pelo de las partes recónditas y se le ataba los brazos a la espalda, como en la tortura de la cuerda. Escribe que el taburete («cabra», «caballo» o «caballete») era de 3 patas y de 6 pies de altura, cuyo grosor en la parte superior era de una pulgada y de ancho de 2 palmos. Los lados de lsuperficie del tablero se elevaban gradualmente hacia el centro, formando un ángulo obtuso. Al reo se le sentaba atado a una cuerda que colgaba de una polea. Se le colocaba bandas anchas rodeando el pecho y se anclaba con cuerdas en la pared. Por último, se le ataba las piernas con una cuerda larga y se colocaba un palo largo entre los pies para mantenerlos separados; con otra cuerda se sujetaba a la pared opuesta para que los pies quedaran levantados.

Giovanni Battista Scanaroli, obispo de Sidón, en su «De visitatione carceratorum» (1655) tiene un capítulo titulado «De tormento vigiliae» donde hace un recorrido histórico sobre su uso. En apéndice, que está en italiano, explica que fue un método de tortura usado en las cárceles romanas y da la descripción del taburete (un trípode con una piedra grande) y de cómo se sujetaba al reo con un sistema de correas y poleas (tal y como lo describe Zacchia, aunque no cita el libro de Scanaroli). Había que evitar lastimar al reo y acabada la tortura, haya confesado o no, se le debía poner en una cama bien caliente, se le alimentaba con huevos y caldo de pollo y se le daba vino tibio.

En la obra aparece este grabado (que es la imagen que se ha viralizado en los últimos años en Internet, con alguna que otra modificación), el asiento del taburete es de base triangular y sobre ella iría la piedra:

(imagen obtenida aquí)

Pero no serán los únicos autores que recogen lo escrito por el jurista boloñés (aunque estos lo que hacen es transcribir una parte, y siempre la misma):

1596, Peter Binsfeld, «Tractatus de confessionibus maleficorum» .

1624, Johann Greve, en «Tribunal Reformatum, In quo sanioris et tutioris justitiae via...».

1657, Johann Joachim Persius, «De quaestionibus centuria positionum».

1668, Candido Brognolo, «Alexicacon, hoc est, De maleficiis, ac morbis maleficis cognoscendis: opus tam exorcistis, quam medicis, ac theologis, confessariis, parochis, inquisitoribus, ac in quacunque necessitate constitutis, utilissimum».

1687, Théophile Bonet, «Medicina septentrionalis collatitia».

1693, Jacob Döpler, «Theatrum poenarum, Suppliciorum Et Executionum Criminalium» (este autor cita a Ambrosino)

1697, Agostino Nicolao también recoge en «An quæstione per tormenta criminum veritas elucescat, dissertatio moralis...» 

1722, Georg Franck de Franckenau, Satyrae medicae XX, 

1882, Luigi Amabile, «Fra Tommaso Campanella» 

1915, Filippo Bacile, «Scritti varii di arte e di storia»

En el siglo XX aparece mencionado como «cuna de judas» (no sé por qué) por primera vez en el «Catalogo della mostra di strumenti di tortura, 1400-1800: nella Casermetta di Forte Belvedere, Firenze, dal 14 maggio a metà settembre, 1983» de Robert Held, y cuando se traduce al español se añade al título las palabras Inquisition / Inquisición. 

Por cierto, en ninguno de los libros que he leído se dice que se aplicaba a los sodomitas.


Bibliografía:

Luigi Amabile: Collection of works, mainly in Ital., partly in Fr. 10 vols., 1882.

Wikipedia, Tormento della veglia.

Francesco Godano: Ippolito Marsili. Un giurista medievale alle soglie dell'età moderna. Tesis doctoral.

P. Martucci: La valutazione de la testimonianza prima de la psicologia giudiziaria. Il ruolo de le parascienze forensi e de la tortura ne la praxis criminalis de l’età moderna.

Franco Di Bella: Storia della Tortura (Cesare Magno Chirurgico della Carità, del modo di tenere e ponere li rei sopra il tormento della veglia).


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