Sepulcro de don Rodrigo de Luna (Imagen obtenida aquí)
Hay quien dice que don Rodrigo de Luna (sobrino de don
Álvaro de Luna), arzobispo de Santiago de Compostela en el siglo XV, fue denunciado y juzgado
por ejercer el "Derecho de Pernada" (derecho que, cómo ya escribí en un artículo, hasta hoy en día no se ha demostrado que existiera en la Edad
Media(1)), ya que secuestró y violó a una joven doncella en su noche de bodas (incluso he llegado a leer que la violó en su ¡propia iglesia!).
Pero veamos los motivos que señalaron al arzobispo como un ser depravado:
El cronista Diego de Valera relata que don Rodrigo de
Luna «fue llamado por el rey(2) a
causa de algunas ynformaciones que le fueron fechas de su desonesto vivir...
entre otras cosas asaz feas que este arzobispo avia cometido, acaecio que
estando una novia en el tálamo para celebrar las bodas con su marido, el la
mando tomar la tuvo consigo toda la noche».
Sin embargo, sólo hay un carta de 1458 en la que el rey Enrique IV llama a don Rodrigo para que reúna a su ejército y acuda a Ecija para una expedición contra los moros en Granada. Don Rodrigo, fiel al rey, exige que en una fecha concreta estuviesen todos los nobles reunidos con sus gentes para
la marcha, en caso de no obedecer perderían tierras, señoríos y oficios que tuviesen. Estos apelaron
y protestaron contra dicha convocatoria retardando la orden del rey.
En cuanto a la denuncia y un posterior juicio contra su persona no hay documentos que así lo corroboren.
En cuanto a la denuncia y un posterior juicio contra su persona no hay documentos que así lo corroboren.
La llamada de Enrique IV coincide justo cuando don Pedro Álvarez Osorio había tomado Santiago y otras villas del Arzobispado (la
nobleza gallega era hostil al arzobispo). El conde de Lemos y el conde de Benavente ayudan a don Rodrigo de Luna contra don Pedro. Y ya tenemos tenemos aquí las luchas intestinas donde la propaganda política, mediante rumores falsos o exagerados, es vital para enervar e instigar a la gente contra alguien. Y Diego de Valera, que no simpatizaba con
el arzobispo, ayuda con su crónica a caldear el ambiente.
Mucho más tarde, don Alonso Fernández de Madrid(3) escribe en su obra la Silva Palentina (1539-1559):
«En las crónicas también se
deuen escribir las malas hazañas como las buenas, porque unas nos convidan a la
virtud y las otras nos refrenan de los vicios. Es de saber, que en este tiempo
cerca del año MCCCCLVIII, era obispo de Santiago un Don Rodrigo de Luna,
sobrino del maestre Don Aluaro de Luna, de quien antes hizimos mención. Este
arzobispo era hombre muy vicioso, y hacía cosas muy feas y deshonestas, y entre
otras hizo una harto escandalosa, que estando una donzella noble y muy hermosa
el día de su boda en el tálamo, antes de la noche, el señor arzobispo parecióle
que era bien celebrar él las bodas antes que el marido y vino allí a la casa
con gente armada, y públicamente lleuó a la novia a su casa, donde la tuuo
algunas noches sin quererla tornar a su marido: los padres se fueron a
querellar al rey Don Enrique; el cual le mandó venir a su Corte, y estando él
allí mientras el negocio se deliberaba, el conde de Trastámara Pero Alvarez
Osorio y otros caualleros le tomaron sus villas y fortalezas, las cuales
mientras vivió nunca pudo tornar a cobrar, y assi murió pobre y desheredado
segúnd lo merecían sus desonestas costumbres».
En 1592 el padre Juan de Mariana, en su obra Historia de España, también escribe:
«Se
halla que por este tiempo D. Rodrigo de Luna, Arzobispo de Santiago, de las
mismas bodas y fiestas arrebató una moza que se velaba para usar della mal:
grande maldad y causa de alborotarse los naturales, debajo la conducta de D.
Luis Osorio, hijo del Conde de Trastamara. En enmienda de caso tan atroz,
despojaron á aquel hombre facineroso y malvado de su silla y de todos sus
bienes. Su fin fué conforme á su vida y á sus pasos. Lo que le quedó de la vida
pasó en pobreza y torpezas, aborrecido de todos por sus vicios, y infame por
aquel exceso tan feo»
La leyenda negra está ya en marcha.
(2) Enrique IV
(3) Acusado ante la Inquisición
por luteranismo.
Bibliografía:
- Alonso Fernández de Madrid: Silva palentina Palencia : Imp. de "El Diario palentino", 1932-1942.
- Antonio López Ferreiro: D. Rodrigo de Luna, estudio histórico,
- Carlos Barros: Derecho de pernada en la Baja Edad Media Cristiana: Rito y Violación.
- Marta Cendón Fernández: El sepulcro del arzobispo compostelano don Rodrigo de Luna en Iría Flavia.
- Alfonso Franco Silva: La fortuna y el poder: estudios sobre las bases económicas de la aristocracia castellana: S. XIV-XV.
- Juan José Bande: Camino de Santiago. Alma y vida de un pueblo.
- Ana E. Ortega Baún: Sexo, mentiras y Edad Media: el derecho de pernada y el cinturón de castidad en la España Medieval.