jueves, 28 de enero de 2021

Felipe II: ¿El monstruo de los baños?

 

Felipe II, al que se le conoció como el “diablo del Mediodía”, el “demonio del sur” o el “monstruo del Escorial”, ya tiene sobre sus espaldas tanta leyenda negra, que parece que uno más no importa. 

Lo indignante es que en el siglo XXI todavía se sigan creando bulos alrededor de su persona.

En el mes de noviembre se escribió este trino en Twitter. 


Pasó sin pena ni gloria hasta que lo vi hace dos días. Por supuesto, los pocos comentarios que había eran similares al que escribió el tuitero fran55. 

Tras retuitearlo, se produjo una maravillosa cascada de críticas.

Pero vayamos a lo importante, ¿prohibió Felipe II que la gente se bañara?

La idea de la existencia de tal prohibición es completamente ridícula. Pero como hay gente que, asombrosamente, se cree cualquier cosa, veamos qué es lo que ordenó el rey:

En una obra de 1640-1641 se recopilaron las pragmáticas de Felipe II:

“Recopilación de las Leyes de estos reinos, hecha por mandado de la majestad católica del rey don Felipe Segundo nuestro señor, que se ha mandado imprimir, con las leyes que después de la última impresión se han publicado por la majestad católica del rey don Felipe Quarto el grande, nuestro señor” 

Y en el libro octavo, título II, capítulo Ley XVIII Que en el Reyno de Granada no aya baños artificiales podemos leer lo siguiente:

Como podemos leer, sólo se refiere a Granada y, esto es importante, a los baños artificiales que usaban los moriscos para las abluciones que el islam exigía. Dichos baños, no eran necesariamente lugares con bañeras o piscinas para introducir todo el cuerpo, sino “lavabos”, de donde se sacaba el agua con ayuda de otro recipiente. Por lo tanto, idénticos a los baños cristianos.

Es cierto que ya desde finales del siglo XV comienzan a cerrarse numerosas instalaciones. Fueron varias las razones, siendo la principal el temor al contagio de determinadas enfermedades. Sin embargo, en el siglo XVI, seguirán funcionando algunos baños y se mantendrán los de los hospitales y monasterios, al mismo tiempo que habrá un gran surgimiento de recintos donde se practicaban los llamados baños medicinales: El agua se seguirá utilizando como remedio para la salud.

Además, ya desde el siglo XV, va aumentando el número de aljibes y pozos públicos, y en las casas particulares los pozos serán compartidos. La limpieza o aseo personal nunca se descuidó. 


Bibliografía:

  • Pasa saber más: La higiene desde la Edad Media hasta el siglo XVII.
  • Leopoldo Martínez Reguera: Bibliografía. Hidrológico-Médica española, 1892.
  • María Isabel del Val Valdivieso: Usos del agua en las ciudades castellanas del siglo XV.
  • Araceli Moreno Col: Diferentes percepciones del Arte Islámico: Una primera aproximación a través del baño de vapor (SS. XV-XX.)
  • Isabel Colón Calderón: Baños rituales y baños burgueses en la narrativa española de los Siglos de Oro.
  • Manuel Espinar Moreno: Documentos sobre baños de Granada y su provincia.
  • Jorge A. Eiroa Rodríguez: Los baños de Fortuna: Un ejemplo de termalismo medieval en la región de Murcia.





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